sábado, 28 de julio de 2012

¿POR QUÉ MANIPULAMOS A L@S NIÑ@S?

Hola a tod@s, en primer lugar pediros disculpas por este parón veraniego sin aviso,pero ya estamos de vuelta y con ganas; con ganas, en este caso de denunciar. Denunciar una vez más, ese trato manipulador y controlador de los adultos con los niños. Incluso, en las situaciones más inocentes. Os cuento: este verano, hemos pasado unos dias en la playa y hemos optado, a diferencia de otros años y teniendo en cuenta las necesidades de nuestra hija mayor ( 7 años), por un lugar lleno de niños donde podían libremente jugar en la calle. Sabíamos que desde que llegamos, su necesidad de relacionarse es prioritaria en esta edad, así que nos alegramos mucho, cuando desde el primer día, hizo amistad con otros niños. Desde que se levantaba su máximo interés era salir con sus amig@s. Así que ha pasado horas y horas jugando cerca de casa, pero con sus iguales. Nosotros mientras tanto, relajados y felices, y con muuucho tiempo para nuestras cosas, que tampoco está nada mal, no? Tras aclarar unos límites de seguridad y convivencia con nuestras hijas, nuestras intervenciones a penas se limitaban a asomarnos de vez en cuando a ver a la pequeña ( 3 años) para asegurarnos de que todo iba bien y poco más. Sin embargo, una vez más he podido comprobar cómo las relaciones de nuestros "vecinos" con sus hij@s, era de control continuo y manipulación. Desde la ropa que se tenían que poner, hasta qué podían comentar, a qué jugar y cuáles eran las reglas del juego. Difícilmente, podían jugar libremente entre ellos,sin que apareciera ningún adulto proponiéndoles juegos, competiciones y demás. ¿Por qué? Me pregunto, ¿porque les cuesta tanto dejar que sus hijos se relacionen libremente con sus iguales? Si no dejamos que los niños jueguen y se relacionen libremente, sin nuestras intervenciones, estamos coartando sus oportunidades para desarrollar las estrategias y poner en práctica los valores que les enseñamos. Cualquier adulto que interviene en el juego entre niñ@s, por muy buena intención que tenga, está impidiendo el sano desarrollo del juego, de las reglas del mismo y de las relaciones entre ellos. Es fundamental que respetemos su espacio; me asombra oir a diario a los adultos decirles a los niños:" espera, ¿es qué no ves que estoy hablando? No se interrumpe a los adultos..." y sin reparo, llegar dos minutos después e interumpir el juego  o las conversaciones de su hijo con los amigos, tan solo para decirle que se ponga una sudadera ocualquier otra cosa. En ocasiones, nuestros hijos nos dirán que están aburridos. No pasa nada; no hay que lanzarse rápidamente a proponerle juegos ni alternativas...dejémoslos con su aburrimiento un rato, a solas con su imaginación y su capacidad para crear situaciones nuevas.

Si te cuesta dejar a tu hijo o hija, que se relacione libremente, si tienes tendencia a intervenir rápidamente ante el mínimo conflicto, párate y reflexiona. Pregúntate por qué lo haces y qué pretendes con ello. Piensa en lo importante qué es para tu hij@, tener su espacio propio, sus pensamientos, sus discusiones, sus alegrías y decepciones; en definitiva, vivir su vida. Confía en él y déjale experimentar las consecuencias propias de la vida. Dale tu apoyo cuando lo necesite y que siempre sepa que estás disponible, eso es lo importante. Y a seguir disfrutando del verano....


Besos.