lunes, 13 de febrero de 2012

LOS CELOS ENTRE HERMANOS

Dicen que los celos entre hermanos es algo natural e inevitable, pero yo no estoy tan de acuerdo con eso. L@s niñ@s son altruistas de forma innata; tienen desarrollado el instinto de cuidado y protección hacia otr@s, principalmente hacia los más débiles. Sin embargo, hay estudios que demuestran que, somos nosotros, los adultos, los que a través de nuestros mensajes y conductas, coartamos estas conductas altruistas y positivas en los niños.
Cuando se acerca la llegada de un nuevo hermanit@, los papás y las mamás se afanan durante meses en "convencer" al hasta ahora hij@ unic@, de que tener un herman@ es algo maravilloso: " ya verás, que bien, podrás cuidarlo, ayudar a mamá, podréis jugar juntos, será divertido..." Pero cuando el bebé ya está en casa, nuestros mensajes empiezan a ser contradictorios para ese hermano mayor, que está feliz con el nuevo integrante de la familia.
-"Amor, ahora, cuando se duerma la hermanita, tu y yo haremos algo especial..."
-"déjale tus juguetes anda, que es más pequeño,ya te compraré algo nuevo a tí..."
-"no hagas ruido, que se despierta el hermano y entonces mamá no puede jugar contigo..."
- " vamos a dejar al bebé con mamá y así papá y tú podéis iros a hacer algo divertido, de mayores".
Estos y otros mensajes, empiezan a confundir al hij@ mayor, creando en él la idea de que el nuevo hermanito es un estorbo. De que los momentos divertidoss y especiales son aquellos en los que el bebé está ausente.Porque eso es lo que le estamos diciendo. Es más, le decimos que mamá y papá le prestarán una atención especial a él/ ella cuando no está su herman@. Es lógico, pues, que empiece a desarrollar conductas de rechazo hacia su nuevo hermano y aparecen entonces los celos. También es muy común no permitir expresar los sentimientos de rabia o enfado hacia el nuevo hermano, creando un estado de incomprensión en el hermano mayor, favoreciendo el que se sienta solo.
Muchos padres me dicen en consulta que al principio no tenía celos, pero ahora....y es normal. Creo que debemos educar en el respeto, el cuidado mutuo de todos los miembros de la familia y ayudar a nuestros hijos mayores a entender que cuando llega un nuevo hermanit@, las cosas son diferentes, pero no peores. Que mamá puede estar con los dos, que las cosas divertidas ahora las hacemos juntos, pero que el bebé hay cosas que no sabe hacer aún como él y necesita tiempo para aprenderlas. Eso no quiere decir que no respetemos la individualidad de cada miembro, ni que llevemos siempre al pequeño a las fiestas del mayor; simplemente, que reflexionemos sobre nuestras conductas y mensajes cotidianos, que tengamos presentes que somos nosotros y no ellos los que potenciamos los celos entre hermanos y sobre todo, que podemos evitarlos en gran medida. Queriendo aparentar que nada cambia con el nacimiento de un nuevo hermano, creamos una ilusión, algo totalmente irreal, que confunde a los demás hijos y les hace desconfiar de sí mismos, al no encontrar coherencia entre lo que sienten, lo que viven y lo que los "adultos" le transmiten. Es importante ayudarles en su proceso de encontrar su sitio; todo cambia y los roles que desempeñábamos antes, ahora ya no sirven. Hay que volver a resituarse y eso necesita un tiempo....cada uno el suyo, pero sobre todo, un tiempo compartido.

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