martes, 28 de agosto de 2012

LA VUELTA A CASA

El verano está llegando a su fin así que nos toca volver a casa, al trabajo, a los madrugones, a las tardes más cortas...Espero que este verano haya servido para que nuestr@s niñ@s se relajen, se diviertan y hayan podido olvidarse de los horarios impuestos. Ojalá, les hayamos permitido reencontrarse con sus ritmos internos, se hayan podido conectar con la naturaleza, olvidarse de los relojes y comer, dormir, jugar y saltar a su antojo. Pero el otoño se va acercando y para los adultos la rutina obliga a volver a la dictadura de los horarios y las prisas. ¿Cómo ayudamos a nuestr@s hij@s para que esta vuelta no sea estresante? En mi opinión, l@s niñ@s se regularían solos sin la necesidad de la intervención de los padres, ya que como habréis apreciado, las tardes ya son más cortas y empieza a anochecer antes. Las hormonas que regulan el sueño, se ajustan a la luz solar y van regulándose conforme anochece. Así, que hiciéramos lo que hiciéramos, los niños progresivamente, conforme a los ciclos naturales, se irían acostando antes (eso sí, es importante que puedan estar en contacto con la naturaleza y no encerrados en casas bajo las luces artificiales). Del mismo modo, a nosotros los adultos, también nos asoma el sueño cada vez un poco antes. Quizá, a penas lo percibimos, pero estoy convencida que si nos dejamos guiar por nuestros ritmos biológicos, al menos nos dormiremos entre 15minutos y media hora antes que a primeros de agosto.
¿Qué ocurre cuando intentamos forzar los horarios y empezamos a adelantarlos? Pues que por lo general, en casa hay más tensión, más prisas y menos disfrute y al final, a penas hemos logrado adelantar nuestros ritmos media hora. Igual pasaría si dejáramos actuar a la adaptación natural.
Todo en casa se va modificando; tal vez con cambios poco perceptibles: anochece sobre las 9.30h, así que seguro ya no estamos bañandonos en la piscina hasta las 10h. Lo más probable es que empecemos a salirnos antes del agua y la cena será también una media hora o 15 minutos antes, y el cuento, y cómo no, el sueño también....Así es cómo nuestros ritmos se van adecuando a la noche y al día, como lo hace todo la Madre Naturaleza, sin prisas y de forma progresiva. Y así es como yo pienso, que deberíamos hacerlo con nuestr@s niñ@s, poco a poco y de forma natural. Es probable que los primeros días estén  más cansados, pero si se lo permitimos, se adaptaran y regularan sin mayores dificultades. A mí no se me ocurriría decirle a ningún adulto:" Oye, la semana que viene tienes que levantarte a las 7.30h para ir a trabajar, así que será mejor que para ir acostumbrándote, en lugar de aprovechar tus últimos dias de vacaciones a tu aire, creo que deberías ir levantándote a esa hora para que no te pillen después por sorpresa los horarios, ¿qué me dices?" Y vosotr@s, ¿cómo lo hacéis en casa?

viernes, 24 de agosto de 2012

LO QUE APRENDÍ...



Yo aprendí a mirar con ojos de niña; pero no sólo con ojos inocentes, sino con ojos sabios.
Aprendí que en mi casa, no hay "pequeños monstruos", ni tiranos, ni manipuladores. Hay personas de distinto tamaño, pero de pleno derecho.
Aprendí, pues, a agacharme para hablarles, para entenderles, para ayudarles.
Aprendí a mirar la vida desde otra altura.

Aprendí también a confiar: en la naturaleza, en los seres humanos, en mis hijas, pero también en mi instinto como madre y en mi sentido común.

Aprendí a QUERER con mayúsculas, a entregarme sin esperas, a ser paciente, a no ofenderme ante los gritos, a no creer en la autoridad impuesta.

Aprendí que alimentarse bien no es comer mucho, ni poco; es disfrutar, compartir, reir, experimentar, tocar, mancharse y creer en los instintos. Aprendí a no decir nunca: "un poquito más" para llenar mi orgullo y sus barrigas.

Aprendí que moverse y explorar son necesidades, no niños inquietos. Que reirse y gritar a veces, es una forma saludable de expresión y no, algo propio de niños "mal educados".
Que querer brazos es una forma de supervivencia y no un capricho. Y que, de todas formas, un capricho de vez en cuando, pues no está nada mal.

Aprendí que JUGAR NO ES UN JUEGO. Que el juego es su forma de vivir, de ser,de expresar, de aprender y que no tengo ningún derecho a interrumpirlo. Aprendí que es mejor dar oportunidad de juego, que dar juguetes.

Aprendí que, en muchas ocasiones, la mejor medicina es una abrazo, un beso o una caricia. Que estar juntos, pegados, cuerpo a cuerpo, sana cualquier dolor interior. Que si soy una madre feliz, segura y confiada, le daré unas buenas raíces a mis hijas. Y que, si confío en ellas, les daré alas para volar muy alto.

También aprendí a callar muchos "NO" y a decir más "SI"; a no anticiparme, a no dar todas las respuestas, a no inmiscuirme en sus cosas y a acompañarlas en su resolución.

Aprendí a esperar: a esperar a que estuvieran preparadas, a que fueran ellas las que pidieran ayuda, a no atarles los cordones aunque tuviera prisa...
Entendí que su tiempo no es mi tiempo. Y que no hay más tiempo que el AHORA. En eso, también son sabias, así que aprendí a sonreir ante los retrasos y las prisas impuestas.

Aprendí que lo suyo es suyo y no soy quién para obligar a COMPARTIR. Que compartir debe ser un placer y no una obligación. Es más, aprendí, que no soy quién para obligar a NADA.

Aprendí que mis hijas entienden mejor, mi imagen en un espejo, que miles de palabras flotando en el aire. Por eso, suprimí los sermones y la palabrería y aprendí a ACOMPAÑAR.

Aprendí que mi hogar es también su hogar y que tienen derecho a disfrutarlo plenamente, a su antojo; que mi deber es prepararlo y adecuarlo para que se sientan libres y autónomas en su propia casa.
Que las normas no se imponen, ni van seguidas de castigos. Que todos juntos colaboramos para vivir mejor, respetando unos límites naturales. Y que, los límites, no son sólo para los niños.

Aprendí que las rabietas no son características de una etapa de los niños, que yo aún sigo teniéndolas. Las rabietas las provocamos los adultos, las frustraciones o un entorno controlador y abusivo.

Aprendí que se puede educar sin castigar, que a veces soy más burra que arriero y que los castigos no son más que una muestra de falta de recursos; no es el "niño el que no tiene remedio" sino el " adulto el que no tiene solución".

Aprendí el valor del silencio, de la espera, de la observación.
Aprendí a acompañar sin manipular, motivar ni acelerar procesos.
Aprendí a ACEPTAR que las cosas están bien, aunque no se hagan a mi manera. Y que, mi manera, no es la mejor forma de hacer las cosas.

Aprendí a sostener el llanto, a consolar, a permitir su expresión y también a llorar juntas.

Aprendí a ser madre y niña de nuevo. A mirar la vida desde arriba y desde abajo, a entender que no siempre puedo entenderlo todo.

Aprendí tantas cosas, que siento que ahora, tengo que seguir aprendiendo...y seguir mirando la vida con ojos sabios de niña.

miércoles, 22 de agosto de 2012

AMAMANTAR, SALUD Y PLACER

Aquí os dejo este video,magnífico documental, que a pesar de haberse realizado hace ya unos años, sigue siendo de actualidad y espero que os sirva de ayuda.

domingo, 19 de agosto de 2012

¿QUÉ ENTIENDO POR CRIANZA RESPETUOSA?

Hablamos mucho de criar con respeto, pero yo estoy convencida que la mayoría de los padres y madres creen respetar a sus hij@s; no podría ser de otro modo.
Pero la crianza respetuosa, según la entiendo, se basa en una serie de principios que muchas personas aún desconocen:
* En primer lugar, se trata de considerar al niño como un igual; un ser de pleno derecho, único y completo en sí mismo. Se trata de no pensar en nuestr@s hij@s como una mera prolongación nuestra. No nos pertenecen, se pertenecen a sí mismos y a la vida.
* Confía en la naturaleza sabia de los niños y acompaña sus procesos, sin forzarlos, estimularlos ni guiarlos. Cree firmemente en la bondad innata del niñ@, considerando que las conductas agresivas o violentas son adquiridas.
* La crianza respetuosa implica un estilo de vida coherente, respetuoso con el niño, con las personas y la naturaleza en general.
* La crianza respetuosa pierde su sentido si respetamos al niñ@, pero no nos respetamos a nosotr@s mism@s y a nuestras necesidades. ( el adulto consciente tiene en cuenta que, ante dos necesidades primarias, se intentará satisfacer y acudir en primer lugar a la del niño).
* Considera la importancia de un embarazo y nacimiento sano, respetado y natural.
* Parte de la idea de que todas las necesidades que el bebé manifiesta son de igual importancia, ya sean físicas o emocionales.
* La crianza respetuosa está a favor de que no separen al bebé de su madre, del vínculo mamá- bebé y sus beneficios físicos y psicológicos para ambos. Así, intenta mantener al niño con sus padres y /o figuras de apego y no institucionalizarlo ( guarderías), como mínimo hasta los 3 años.

* El adulto no "adoctrina" al niño. Respeta sus opiniones y decisiones, permite que se manifieste libremente y confía en su capacidad de autorregulación ( frío/calor, hambre/sueño...).
*La crianza respetuosa no entrena al niño para que duerma, promueve un sueño feliz y seguro junto a las figuras de apego.
* La educación no se basa en una relación jerárquica ni de poder. La autoridad se gana, no se impone.
* Los límites se establecen para favorecer un entorno seguro para tod@s, adultos y niñ@s, nunca como método de control.
* La crianza respetuosa no utiliza métodos correctores de la conducta ( silla de pensar, tiempo fuera, refuerzo por fichas, premios ni castigos...), pero tampoco amenaza ni chantajea al niñ@; confía en la capacidad de autorregulación del niño y del entorno. Ambos buscan el equilibrio y la adaptación.
* Las conductas y su modificación se producirán, en cualquier caso, a través de las consecuencias naturales de las mismas.
* Comparte un enfoque holístico e integral del niñ@ y así orienta temas como la salud o la alimentación.
* La crianza respetuosa siempre favorece el espíritu crítico, aunque eso conlleve "rebeliones" o conflictos contidianos. Huye de la sumisión y del " porque yo lo digo".
* La crianza respetuosa no utiliza caminos cortos, porque somos conscientes de que educamos todos los dias y en cada momento, al hablar, en el silencio...pero queremos recorrer el camino junto a nuestros hijos, no por delante ni por detrás y eso implica un mayor esfuerzo de respeto a los distintos ritmos de cada uno...
.....POR UN MUNDO MEJOR, EMPECEMOS POR CAMBIAR LA FORMA EN QUE TRATAMOS A NUESTROS HIJ@S.


Cinta Vázquez


CONSULTAS EN MI BLOG


MAMI TETA



A partir de hoy, podéis hacer vuestras consultas a través de mi blog, las cuales contestaré encantada y de forma gratuita. Sin embargo, si vuestra situación requiere un estudio mayor del caso o queréis hacerlo en privado, se cobrará por este servicio 10 euros, previo ingreso a un número de cuenta que indicaré mediante correo privado.

Podéis empezar a través del blog de forma pública o bien a mi correo cintavq@hotmail.com de forma privada.

Un abrazo,
Cinta Vázquez

Psicóloga y madre.


HERMOSO, no?

sábado, 18 de agosto de 2012

La educación prohibida

Un documental para ver, para compartir, para reflexionar y debatir y ojalá que para promover también el cambio.


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