lunes, 21 de mayo de 2012

NORMAS Y LÍMITES

Este suele ser uno de los temas estrella en nuestros grupos de madres y padres y también uno de los que más dudas genera a la hora de ponerlos en práctica. Se habla mucho de poner límites adecuados, de establecer normas claras, etc, pero en mi opinión, los límites nunca deberían ponerse sobre l@s niñ@s.Los límites deben referirse al entorno, deben "limitar",acotar un espacio. Los límites son necesarios para poder actuar con libertad, pues nos informan sobre lo que podemos esperar sobre el entorno en el que nos encontramos,sobre las personas que se encuentran en él y/o sobre la temporalización del mismo. Son necesarios para orientarnos en el mundo exterior. Un límite debería: - potenciar la autonomía del niño - favorecer la autorregulación - crear un entorno relajado y seguro para todos - NO genera rabia ni frustración por sí mismo.
El concepto límite va muy unido al concepto de ambiente preparado; cuando se conoce cómo es el niño, en qué etapa se encuentra, qué necesita,etc podremos adaptar el ambiente para que el niñ@ sepa que lo valoramos tal como es y que nos esforzamos y estamos atentos para facilitar que pueda satisfacer sus necesidades auténticas según la etapa en que se encuentre.En un ambiente preparado, donde el niño siente que puede desarrollarse y se siente seguro porque su entorno es predecible, es menos probable que se den conflictos o conductas alteradas. Cuando los límites cumplen sus funciones, los niños suelen responder ante ellos con gran naturalidad y respeto. Los límites forman parte de la vida y cuando son verdaderos, los niños así lo entienden. Sólo se rebelan ante ellos, cuando se imponen con el fin de inculcar obediencia, miedo o control, y cuando no son respetuosos con los procesos de vida. Cómo explicar o transmitir los límites: 1) Deben ser claros y breves en su descripción; 2) Deberían reunir información que sitúe a la persona con respecto al momento o lugar en el que se encuentra;personas con las que está o recursos disponibles. 3) Debe ofrecer otras alternativas válidas, que SÍ permitan el desarrollo de la necesidad del niñ@; por ejemplo:
Dentro de casa no podemos jugar con agua; Si quieres jugar con agua puedes hacerlo en el jardín
. Es decir, se trata, como ya hemos dicho anteriormente, de no limitar al niño, sino el espacio. No se juzga ni valora su necesidad de jugar con el agua, tan solo se le indica dónde puede hacerlo. Y como pauta general, recordad, que en esto de los límites y las normas, MENOS ES MÁS. No agobiemos a los niños con nuestros "NO PUEDES, NO HAGAS..." Y permitámosles ser libres y autónomos, con límites que les ayuden en su desarrollo.

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